La recolección y repartición del muertito
Una de las tradiciones que se ha ido perdiendo por desinterés de los mismos pobladores en su participación (para acudir a recibir algo), es que el día 2 de noviembre por la tarde, una vez que las ofrendas ya se han retirado (después de la misa en el camposanto) los representantes de cada barrio, pasan -o pasaban- como a eso de las 5 o 6 de la tarde a algunas casas cercanas a las capillas a pedir el muertito, que se refiere a alguna fruta o pan que la casa puso en su ofrenda y que tienen a bien a bien compartir los caseros y a bien recabar los representantes.
Habiendo recorrido las calles principales cercanas a cada capilla, los representantes regresan y concentran todo lo recaudado.
Tras darse la oración vespertina, es decir, repicarse las campanas en punto de las 7pm (horario de invierno), como lo marca la costumbre, lo recaudado es compartido entre los niños y otros asistentes que por tuvieron a bien acudir a la repartición.
Sin embargo, la apatía y desinterés de los mismos pobladores en acudir por la tarde a la capilla y llevar a los niños por su muertito, ha derivado en que ya no se pase a recabar a las casas un poco de lo que ofrendaron.